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En el mundo actual de la medicina veterinaria, no es un secreto que la afluencia de pacientes felinos, afortunadamente crece cada vez más y gracias a las tendencias actuales así seguirá siendo, lo que representa una gran oportunidad para el clínico de pequeñas especies que a su vez se convierte en un reto muy interesante al momento de tratar de evitar el estrés en la consulta felina, no podemos esperar tener el mismo trato con nuestros pacientes gatunos como lo tenemos con los caninos por lo que en este caso hablaremos de algunos puntos importantes a tener en cuenta sobre el tema, empecemos por siempre recordar que el gato NO es un perro chiquito, son especies en exceso diferentes por lo que de igual forma requieren condiciones muy diferentes.
¿Porque tenemos cada vez más pacientes felinos?
En los últimos años el numero de pacientes de esta especie ha aumentado significativamente ya que al ser animales de tamaño pequeño y cuyos cuidados son aparentemente más “sencillos” de los que un perro requiere, se adaptan muy bien a las condiciones y estilo de vida actual de la sociedad, en especial de los adultos jóvenes trabajadores con relativamente poco tiempo libre.
Si bien es cierto que suelen ser animales más independientes es nuestra labor como veterinarios concientizar respecto a que también requieren cuidados y revisiones médicas periódicas y entonces llega nuestro reto importante: prepararnos y preparar nuestro entorno para hacer de la visita veterinaria una experiencia lo más cómoda posible para el paciente, el propietario e incluso nosotros, nuestro objetivo será minimizar el estrés.
Los gatos sienten estrés con el simple hecho de abandonar su hogar y más en el caso de los que son totalmente indoor, lo cuál es ideal para su salud, pero de eso hablaremos en alguna otra ocasión.
Se reconocen 5 pilares básicos para el bienestar de los felinos (establecidos en 2013 por la American Association of Feline Practitioners, AAFP y la International Society of Feline Medicine SFM) y son aplicables tanto en el hogar como en la consulta veterinaria, aplicarlas hará nuestro trabajo más fácil y eficiente.
Cada espacio de nuestro consultorio es distinto por lo que en cada uno debemos hacer adecuaciones especificas pensando en la consulta felina.
Lo ideal sería reservar un espacio exclusivo para gatos, sin embargo, en muchas clínicas no dedicadas exclusivamente a atención felina esto es poco factible por lo que algunas alternativas pueden ser:
- Disponer un día de la semana exclusivamente para consultas de gatos.
- Atender con previa cita y preferiblemente a primera hora para evitar el encuentro con perros, así como su olor.
- Colocar una separación creando un espacio visual solo para ellos (podemos utilizar biombos).
- Contar con espacios elevados en los que las transportadoras puedan ser colocadas mirando a la pared.
- Cubrir la transportadora evitando cambios de intensidad de luz de la sala.
- Procurar una sala de espera silenciosa con música relajante a bajo volumen.
- Limpiar a conciencia evitando el olor de otros animales y podemos implementar el uso de feromonas.
Una vez más lo ideal sería poder contar con un espacio exclusivamente de gatos, pero de no ser posible tenemos algunos consejos que ayudarán:
- Tener preparado todo lo necesario para la consulta previamente, así evitamos ruidos fuertes y movimientos bruscos, así como abrir y cerrar puertas repetidamente, lo que podría propiciar un escape.
- La limpieza será indispensable, tratar de evitar olores de otras especies y podemos ayudarnos una vez más de feromonas que se encuentran disponibles en el mercado para ayudarnos en estos casos a minimizar el estrés.
- Preferir una luz tenue y de ser posible evitar cambios bruscos de iluminación, si el motivo de consulta no lo requiere, evitar colorar la cara del paciente a una luz directa a su cara.
- Disponer siempre de premios, juguetes y toallas con feromonas con los que podamos distraer la atención del paciente.
Se aconseja colocar la transportadora del gato en el suelo con la puerta abierta mientras se realiza la anamnesis, esto permitirá que el gato tome confianza y salga a explorar tranquilamente si así lo desea, habituándose calmadamente a este nuevo entorno. Se aconseja tener repisas y desniveles en los que el gato pueda explorar y distraerse
En cuanto a transportadoras, lo mejor es que sean rígidas, con puerta de rejilla y que sea sencillo retirar la parte superior para poder manipular al gato más fácilmente en caso de que no quiera salir por el mismo. Antes es aconsejable que se le haya acostumbrado a estar en ella de manera positiva, por ejemplo, poner su cama adentro dejando la puerta abierta , colocando juguetes o premios dentro.
HOVET Hospital veterinario de Santa Catarina, consultorio de gatos.
La exploración debe ser tranquila y ordenada, según la zona a evaluar podremos decidir si es factible o no envolver al paciente en mantas previamente rociadas con feromonas y de preferencia a una temperatura agradable.
En el área de hospital es aún más importante que sea exclusivamente para gatos, debe estar limpia y desinfectada para eliminar olores de felinos que hayan estado anteriormente. La luz debe ser tenue y las lucen no deberían de permanecer encendidas todo el tiempo, esta zona debe estar insonorizada o estar lo más alejada posible de la entrada y de los consultorios para evitar ruidos innecesarios que puedan provocar estrés innecesario.
Las jaulas deben situarse a cierta altura y no deben estar enfrentadas, evitando así el contacto visual entre los felinos, si esto no fuera posible deberá colocarse una manta o toalla al frente de la jaula a modo de cortina. Se recomienda que el material de las jaulas sea termoaislante, como el metacrilato para mantener la temperatura estable. Es importante que la gatera cuente con espacio suficiente para colocar arenero, agua y comida y de preferencia su transportadora para que tenga un olor familiar durante el proceso de su recuperación, si las circunstancias lo permiten incluso podría tener un juguete.
No todas las clínicas veterinarias de inicio pueden tener espacios exclusivos para gatos pero implementando ciertos consejos dentro de las posibilidades de cada espacio podrán tener una consulta felina menos estresante para el paciente, el propietario y el médico.
Bibliografía
Prieto, E. (2018). Bajo Estrés en Clínica Felina. Psychologia Latina, Especial. https://psicologia.ucm.es/data/cont/docs/29-2019-02-15-Prieto.pdf
